Los salones de juegos y de apuestas han cerrado su tercer año consecutivo de caída en la cifra de negocios de este tipo que hay abiertos en la provincia de Ciudad Real. Desde 2018, cuando se alcanzó el récord, con 61 establecimientos, el número de locales ha caído a 54 al cierre de 2021 y la previsión es que sigan reduciéndose, según reconoce la propia Asociación Profesional de Máquinas Recreativas de la Mancha (Asmarema).
El presidente de esta patronal, Vicente de la Morena, señaló que «la tendencia en los próximos años apunta a que el número de establecimientos de juego en la provincia seguirá reduciéndose, ya que son múltiples las dificultades que se están poniendo a este tipo de locales». «Este año 2022 y el que viene serán decisivos para ver cuántos de estos locales pueden subsistir, aunque todo apunta a que en estos próximos años el número de locales de juego seguirá reduciéndose en la provincia de Ciudad Real», concluyó el presidente de la asociación provincial de salones de juego.
A modo de ejemplo, indicó la nueva ley del juego aprobada en la Comunidad Autónoma el pasado mes de julio, que «incrementa notablemente las obligaciones e incrementa los costes necesarios para mantener abiertos estos negocios». De hecho, calculan que solo un 40 por ciento «se podrán mantener si se trasladan a otros locales y llevan a cabo las inversiones necesarias que ello conlleva, por afectarles las distancias a centros de enseñanza impuestas en la ley». Desde la entidad recordaron que en el horizonte hay además otros cambios claves, como «las fuertes inversiones» que se solicitan en la ley y que conllevarán adaptar fachadas o instalar sistemas de acceso electrónico al acceder.
Por otra parte, en julio hay «un incremento tributario en las tasas de juego aplicables a las máquinas y a las apuestas comercializadas en estos establecimientos». Se trata de una situación que De la Morena entiende como «una voluntad política de tratar de eliminar este tipo de negocios». Considera que los impuestos y las obras son un añadido a «las acusaciones completamente falsas» que se han lanzado desde la administración «como las de permitir el acceso de menores o ubicarse intencionadamente en las proximidades de colegios e institutos, entre otras».
Por último, en ese horizonte «complicado» para los salones de apuestas se suman las restricciones sanitarias de la pandemia y que «han causado graves daños al sector», solo paliadas por los ERTE o las suspensiones temporales de actividad.
cifras en la provincia. En Ciudad Real son dos los tipos de establecimientos que se están reduciendo estos años. Por una parte, los establecimientos de juego: llegó a haber 52 en 2017 y desde 2019 son 49. Mientras, las salas de apuestas van cerrando a un ritmo mayor. Así, de las ocho que llegó a haber en 2018 se ha pasado a tres el año pasado. En 2016 no había ningún establecimiento de este tipo en la provincia y hay que sumar dos casinos. latribunadeciudadreal